Tras mi secuestro (sólo Jorge)

-Quizás te resulte una maldad, dependiendo de cómo lo interpretes, pero me alegro de haberte hecho sufrir. Si no hubiese estado allí, ahora tú no estarías aquí, conmigo.

-Sé que te he estado echando la bronca, y ahora tengo que darte las gracias. Gracias por haberme rescatado. No sé cómo puedo agradecértelo.

-Bueno, podrías quedarte conmigo toda la noche, para cuidarme.

-Me parece buena idea-le besé-.Pero ahora come un poco.

-Sólo si tú comes conmigo.

-Como quieras.

-¿Quieres un poco de chocolate?

-Vale.

-Gracias por hacerme caso y haber cogido el localizador-dije, mientras comía chocolate.

-No tienes que dármelas. Yo te he dicho que cogería uno y lo he hecho. Aunque Víctor no estaba, y no lo sabe, por lo que me tendré que disculpar cuando le vea.

-Entonces no le has pedido permiso...eres un chico muy malo. Aunque me encantan, los chicos como tú-le besé.

-Me alegro-dije, siguiendo el beso.

-Por favor, no vuelvas a hacerme algo como lo que ha pasado en el bosque.

-No puedo prometerte nada, lo siento.

Me aparté un poco.
-¿Cómo?

-Pues como lo has oído. Te prometí no tocar a Curro, y cumplí mi promesa, pero no puedo prometerte que no vaya a pasar nunca más lo que ha pasado en el bosque, porque no puedo prometértelo. Ese tío te estaba matando. Yo lo único que he hecho ha sido darle su merecido. Y me estaba controlando, me controlaba por ti, pero cuando ese miserable te ha dado el bofetón, no he podido quedarme quieto. Gisela, no puedo verte sufrir, no puedo ver cómo te hacen daño. Tenía que hacerlo.

-¿Y crees que no he sufrido al ver vuestra escena, al pensar que ibas a morir?

-Y lo siento, no era mi intención. Pero prefiero que sufras interiormente y me odies eternamente a que estés muerta.

-Yo...yo no podría odiarte.

-Y yo no podría vivir, si tú me odiases.