entrando de nuevo

- No tienes porque creer nada -dije imponiendome, me agaché le cogí la pistola sin dejar de apuntar a Daniel con la mia- A lo mejor resulta que aquí el asesino y experimentador eres tu y nos estas intentando engañar

- Si estás tan segura, ¿por qué no disparas? - la desafié.

Saqué de mi mochila un trozo de cuerda y até las manos de Daniel y luego sus pies con otro trozo de cuerda. Lo senté apoyado en una pared y le dije:

- Porque aquí la única persona que se dedica a matar eres tú -respondí- Yo no mato ni a la gente de tu calaña por mucho que os lo merezcais -dije con rabia- Ahora tenemos prisa y no podemos perder tiempo contigo, pero vamos a dejar que tus amigos de Ottox vean lo patético que eres, en cuanto te vean atado

- No vuelvas a decir que esa gente son mis amigos - dije con una rabia intensa - Ellos mataron a mi madre.

- ¿Y por qué tendría que creerte?

- ¿Tú eres Rebeca no? - dije mirándola - Si no me crees siempre puedes dejarme aquí atado e irte con tu amiga. Probablemente no tarden en encontrarme y cuando lo hagan me mataran. Aunque no creo que a Amelia le haga mucha gracia que muera por vuestra culpa...

- ¿Pretendes pintarme a mi de mala ahora? -le dije- Te recuerdo que tu has sido el primero en amenazarnos con matarnos así que no te atrevas a proclamarte el héroe de esta historia. Y no te equivoques,si te pillan y te matan la culpa será de meterte en asuntos que te quedan demasiado grandes, no de que nosotras velemos por nuestra seguridad y desconfiemos de alguien que nos amenaza de matar. Además, antes has dicho que has salido airoso de situaciones peores, me gustará ver como sales de esta

- ¿Qué pasa? ¿Es qué soys vosotras las únicas que tenéis derecho a ser precavidas? Antes de entrar aquí fui atacado por uno de sus experimentos. Además mi padre tiene un especial interés en capturarme. ¿Te parece raro que desconfié?

Mientras hablaba escribí un mensaje a Amelia para que viniera a los pasadizos.

- Tú suerte no depende de mi, he enviado un mensaje a Amelia, si ella considera que debemos liebrarte lo haremos, si no tendrás que esperar a que lo hagan tus amigos de Ottox

(segui apuntando con el arma)

- Que bonito es sentirse querido - dije con sarcásmo.

Recibí el mensaje de Rebeca y fui rápidamente a los pasadizos, entrando por la puerta del bosque.

- ¿Que pasa? - pregunté al llegar junto a ellas. Daniel estaba sentado en el suelo amordazado con unas cuerdas - ¡Daniel! - corrí junto a el y lo abracé - ¿Donde estabas?

Sonrio al ver a Amelia.

- Pués aquí haciendome amigo de tus compañeras. Son muy majas - dije notandose la ironía.

-amelia ,¿lo conoces?

Ignoré su pregunta y vi las pistolas cargadas.

- ¿Lo habéis atado vosotras? - pregunté seria.

-entonces no es de geminis (dije mirandola)

- Ya os he dicho que no - les dijé y mire a Amelia - Joder Amelia, ¿de donde has sacado a estas dos? ¿Estaban de oferta o había un 2 x 1?

- Son mis nuevas compañeras de trabajo - respondí esbozando una pequeña sonrisa. Comencé a desatarlo - ¿Donde estabas? Vi el coche de Noiret destrozado y pensé que te había ocurrido algo...

- Me volvió a atacar esa cosa - dije mirándola fijamente - No era un vampiro como pensabamos. Era humano, pero se comportaba como una bestia. No hay duda de que Ottox está detrás de esto. No tuve más remedio que dispararle. Está muerto.

- Puede que fuera alguno de sus experimentos - pensé - ¿Y a ti te ha hecho algo? - le pregunté.

- No, yo estoy bien - dije levantándome - Creo que el coche de Noiret no pasará la próxima revisión...

Sonreí. Miré a Rebeca y a Nora.

- ¿Y ahora que vamos a hacer? - pregunté.

-no lo se (respondi mirando a rebeca)

- Primero llevarnos a Daniel, luego intentaremos averiguar que tiene que ver ese ser con todo esto y si ese ser es Pablo

- ¿Llevarme a dónde? - quise saber.