Despertarse en media noche (priv. Iván +18)

Era una noche especialmente calurosa. Los cuatro en la habitación dormíamos con pocas prendas, o en mi caso, sin nada de ropa encima, y sin taparme. Estaba dormido, pero mi cuerpo no dejaba de moverse, tenía un sueño distinto a los que había tenido nunca en mi vida. En el sueño Iván estaba arrodillado frente a mí y comenzaba a comerse mi polla con ansias, como si fuera lo que más deseara en la vida, y lo peor es que yo parecía disfrutarlo igual que él haciéndolo. Lo agarraba del pelo y le ayudaba a tragarla, lo levantaba y lo besaba con ansias. Cada vez el sueño se volvía más y más caliente, era extraño para mí pero excitante, pero demasiado raro como para poder continuar soñando, así que me desperté, abrí los ojos y miré alrededor, todos parecían dormidos. Demasiado dormidos para darse cuenta de mi erección de caballo.

No comprobé si realmente estaban despiertos o dormidos, pero aquello estaba a reventar, así que en cuanto controlé mi respiración y vi a Iván dándome la espalda en su cama, con su trasero a la vista, no pude evitar agarrarme el rabo y comenzar a masturbarme muy lentamente, imaginando como habría acabado el sueño, demasiado excitado como para sentirme mal por los deseos sexuales que sentía en aquel momento, por un tío, por un amigo, por Iván. Simplemente dejé que mi mano se moviera instintivamente por mi cuerpo y en especial en mi polla.

Las noches habian empezado ya a ser calurosas y, al estar en una habitación solo chicos, no resultaba extraño que todos durmiésemos ligeros de ropa. Yo solia hacerlo casi todo el año en ropa interior, asi que era normal que al llegar el calor prescindiese incluso de esa prenda. Además, me gustaba lucir mi cuerpo desnudo frente a los demás, aunque fueran mis compañeros de habitación. Al que más me gustaba mostrarme era a Marcos, desde hacia tiempo, pensando que quizás asi consiguiese algún dia hacerlo cambiar…

Estaba en mi cama tumbado, medio dormido, aunque el calor a penas me dejaba hacerlo y ya había despertado un par de veces aquella noche. Es por eso que vuelvo a despertar, pero me quedo tumbado igual esperando a poder dormirme. Pero a esas horas de la noche cualquier ruido se oye mil veces mas y no me resulta difícil escuchar a Marcos por lo que me volteo sin esperar encontrarme con tal espectáculo. El chico esta totalmente desnudo y con su enorme rabo entre sus manos pajeandose. Me quedo embobado mirándole, en silencio, incapaz de decir nada, pero con los ojos bien abiertos mirándole.

No podía dejar de pensar en lamer el trasero de Iván, preparar su entrada, meter dedos en ella, preparándole para meter mi monstruosa erección en ella, en metérsela como nunca a una chica, quiero hacerlo mío a toda costa, el deseo que siento por él es animal, es casi enfermizo, y me vuelve loco, de manera que llega un momento que mover mi mano masturbándome no me sacia y comienzan a ser mis caderas las que se mueven embistiendo mi mano cerrada sobre el ancho impresionante del tronco de mi pollón. Tan atento estaba a mis trabajillos nocturnos que no me di cuenta de que mi víctima de fantasias se había despertado hasta que me volví a girar en su dirección encontrándome con su mirada con los ojos bien abiertos, mirando mi trabuco.

- ¿Qué... qué... qué haces despierto...? -dije soltando mi rabo a pesar de lo excitado que estaba, lo cual supuso que mientras hablaba mi polla no paraba de palpitar pidiendo que continuara con lo que había iniciado, pero se hacía dificil superar la vergüenza que me daba haber sido pillado por Iván- Siento el espectáculo... -me disculpé algo incómodo sin saber muy bien que hacer para esconder mi erección de caballo que no dejaba de brincar pidiendo atención entre mis piernas como loca de necesidad

La situación no podía ser mas incomoda, pero a la vez era de lo más excitante y sin darme cuenta había empezado a tocarme yo también. No a masturbarme, solo a acariciarme el miembro aún flácido pero en crecimiento debido a las vistas. Marcos siempre había despertado eso en mi, aunque intentase negarlo, algo que me resultaba difícil de llevar a veces. Pero ahora… doy un vistazo alrededor cerciorándome que mis otros compañeros duermen y al volver a mirar a Marcos se cruzan nuestras miradas, por lo que dejo de tocarme, cubriéndome con la mano instintivamente.

- Hace mucho calor y me cuesta dormir… -responde mirando a Marcos sin disimularlo mucho.- Por lo visto no soy el único, por eso .-ríe mirando a su amigo con sonrisa burlona al verlo tan nervioso.- Oye, no te apures… Estamos entre colegas y esos parecen estar tan dormidos que ni una bomba podría despertarles –se incorpora a medias sentándose en la cama con las piernas estiradas.- Es mas, creo que me voy a apuntar y me la voy a pelar también, se me ha puesto dura –aparta la mano dejando ver una buena erección, con su pene apuntando hacia el techo.- ¿Te importa? –mira a Marcos de reojo alzando una ceja mientras empieza a acariciarse de nuevo.

Y ahí estábamos los dos, mirándonos, explorando nuestros cuerpos bastante definidos y musculados para nuestra corta edad. Aunque no fue hasta que se sentó y dijo que se le había puesto dura que pude ver que él tenía una buena erección. No entendía que había pasado para que él la tuviera también tan dura, no sabía si se debía a que le había puesto cachondo verme en aquel estado de excitación o habían otros motivos que desconocía. Me moría de ganas de saber si yo había sido el motivo, porque de ser así nos dejaríamos de hacer unas pajas para ir a conceptos mayores. ¡Lo que deseaba poder meterle la tranca en la boca a Iván! Debía resistirme a aquella tentación, no debía hacer el ridículo, estaba en un internado y nos veíamos todos los días. Me senté como él hizo, pero en mi cama.

- No, no me importa... -dicho ello volví a agarrar mi palpitante miembro sin apartar mi mirada del trabuco del otro y comencé a masturbarme, para cuando me di cuenta de a donde se dirigía mi mirada la desvié, hacia mi enorme rabo, duro como una roca. De vez en cuando mi mirada se desviaba a ver como iba Iván con su paja, mi boca se encontraba abierta, debido a mi dificultad para hablar, por la excitación. Mi boca no podía estar hecha más agua, así que cuando no tragaba saliva mirando el rabo de mi compañero, escupía una buena cantidad de saliva en mi rabo para hacer más placentera la paja. Empecé a mover mis caderas contra mis manos, así como comencé a jadear, entrecortadamente, tratando de hacer el menor ruido posible para no despertar a nuestros compañeros.

Quizás estaba cometiendo una locura, pero a fin de cuentas tampoco es raro que un par de amigos se hagan unas pajas juntos, ¿no? Con Marcos además había mucha amistad, aunque al principio fuera duro con él, ahora somos grandes amigos… NO me importaría compartir con él ese momento de placer y, porque no, algo más. Viendolo ahí desnudo, masturbándose, con sus musculos tensos y su boca entre abierta por los jadeos. ¿Cómo debe saber esa boca? ¿Cómo debe ser meterla en esa boquita, entre esos labios carnosos y sensuales? Sonrío al ver que Marcos también me mira y luego bajo la vista a mi falo, entre mis dedos, duro y palpitante olvidándome de que no estamos solos en la habitación, sin importarme mucho los demás.

- Joder, que ganas tengo de follar… -murmuro casi para mi, pero en voz suficientemente alta como para que Marcos me oiga. Casi parece un ofrecimiento, y por un momento se me pasa por la mente como seria sentir dentro de mi ese rabo grueso de Marcos, ese al que ahora estoy mirando y se me hace la boca agua.- Estoy tan cachondo… -jadeo y miro de nuevo a mi amigo.- Oye… te parecerá una locura, pero… ¿quieres que nos pajeemos uno al otro? Cerrando los ojos, con la mano del otro debe ser mejor, ¿no crees?

No sabría decir muy bien porque pero escuchar los jadeos del otro y sus quejas sobre su falta de sexo me encendían. "¿Quieres follar?" pensaba sin dejar de masturbarme como con ansias "cuídate de que no te meta mi rabo por ese maldito culazo que gastas" seguía pensando, deseando que me lo pidiera. Le devuelvo la sonrisa cuando nos pillamos mirando el uno el nabo del otro. "¿Sonríes?", volvía a pensar de forma salvaje, debido a lo cachondo que estaba, sin dejar de masturbarme, "ya veremos como sonríes cuando te meta esta tranca enorme en la boca".

Estaba tan cachondo, y cada vez más decidido a decirle algo de por lo menos pajearnos uno al otro, debido a lo que me parecían insinuaciones, que cuando Iván se me adelantó sonó casi a gloria. No me detuve en la paja mientras le contestaba:

- Sí... suena raro, pero me parece bien... -y por fin soltando mi polla me levanté y me senté en su cama, abriendo las piernas poniendo una encima de una de las piernas de Iván y la otra pierna dejándola caer en el borde de la cama. No perdí más tiempo y agarré el trozo de carne que palpitaba entre las piernas de Iván y comencé  masturbarlo, agarrando su rabo con decisión y comenzando una paja que comenzó lenta pero poco a poco se iba intensificando- Dime algo si prefieres que la haga de otra manera... -dije moviendo mi muñeza sobre el falo ajeno, con toda la confianza del mundo, de lo cachondo que estaba.

Por un momento temi que no aceptara, que me mirase raro o incluso llegase a sentarle mal mi insinuación… O más bien, mi petición. Pero algo notaba en Marcos diferente, algo que me hizo lanzarme a esa petición sabiendo que aceptaría, aunque me sorprendió la rapidez en que lo hace y como viene a sentarse a mi cama. Eso me accelera el pulso, notándome algo nervioso por tenerle tan cerca y se me escapa un gemido al sentir su fuerte mano agarrarme el falo.

- Joder, ¿estas bien caliente, tio? Me llega tu calor… -sonrío ladeado mirándole mientras jadeo débilmente por como me esta pajeando, no tardando yo en imitarle agarrando su fuerte tronco entre mis dedos, estrujándolo y acariciándole el glande con el pulgar.- Así va bien, joder… -cierro por un momento los ojos pero no tardo en volver a abrirlos para ver de nuevo y confirmar que es mi amigo el que me esta pajeando. Mi mano empieza a moverse para masturbarle a él, bajándole todo el pellejo para dejar a la vista su monstruoso glande rojizo.- Tienes buena polla, Marcos –susurro mirando directamente a su falo, subiendo la vista luego para verle a los ojos directamente.

- No tienes ni idea de lo caliente que estoy... -dije sin importarme como pudiera llegar a sonar aquello, jadeando al notar su mano sobre mi polla, diciendo que lo estaba haciendo bien, por lo que no me detuve en mi trabajo- Gracias, tu polla tampoco está mal... -digo comenzando a gemir ante la paja que comenzaba a hacerme mi amigo Iván, casi como si de mi sueño se tratara. Parecía mentira lo cachondo que me estaba poniendo, habíamos dicho de masturbarnos cerrando los ojos pero a penas apartaba la mirada de nuestros rabos y nuestras manos.

Estaba muy caliente, mi boca se hacía agua y estaba tan fuera de control al sentir a Iván, al tío que me quería follar, pajeandome, y yo pajeándole a él, que por la comisura de mis labios comenzaba a resbalar algunas babas. Me las froté con el dorso del brazo, lleno de sudor de lo caliente que estaba, como todo mi cuerpo. Estaba convencido de ser el que estaba más cachondo de los dos, así que comencé a tramar formas de calentarle a mi nivel. Descendí mi cabeza como si fuera a comérsela, pero lo único que hice fue escupir en la punta de su glande una gran cantidad de saliva que posteriormente utilicé para masturbar todo su falo, con mayor agilidad que antes, retorciendo mi muñeca para estrujar mejor su rabo, incorporándome tras dejar mi aliento en su polla para volver a estar sentado.

Cada vez me cuesta mas respirar normal, mis boca entre abierta no hace mas que soltar jadeos disfrutando de la perfecta paja que estoy compartiendo con mi amigo. Algo que nunca hubiese podido pensar que ocurriría, pero que des de un tiempo atrás deseaba. Pero aún deseo más, ahora que lo veo desnudo y caliente a mi lado, deseo tenerlo por completo… Si, mi culo esta deseando sentir que es capaz de hacer ese macho y de esta noche no pasa. Es ahora o nunca.

- Joder, Marcos… Me estas poniendo cada vez mas cachondo –gruñe mirándole fijamente a los ojos, siguiéndolo luego cuando ve que se agacha. Mi cuerpo se tensa pensando que va a chupármela, sorprendido y a la vez nervioso… Y deseoso de que lo hiciera, pero no. Igual me resulta excitante lo que hace y trago saliva, la enorme cantidad de saliva que se me hace en la boca.- Eso ha sido la ostia… -resoplo mirándole cuando se alza de nuevo y le guiño un ojo.- A ver que te parece esto…

Y sin pensármelo demasiado, me agacho igual que él, dejando caer mi saliva sobre su glande pero luego voy más a alla y dejo un suave beso, rápido pero intenso para empaparle bien el glande.

- Mira como brilla ahora, joder… -sonrío mirándole como si hubiese hecho algo normal, dejándome llevar ya por el momento.- Ahora si se ve genial tu polla, ¿no crees?

Sonrío complacido al escuchar y notar como mi compañeros de paja está poniéndose cada vez más y más cachondo ante mi paja, y en especial cuando bajo a escupir en su glande y expando la saliva por todo el trozo de carne con la mano, haciendo más resbaladizo la paja. Mi sonrisa se ensancha con cada comentario que suelta, sin necesidad de contestarlos, o por lo menos no todos. Dejo de masturbarle cuando me imita y se baja para dejar su saliva en mi pollón, tras darle un beso al glande, a lo que gimo, cada vez haciendo más difícil resisitir la tentación de arrasar con su boca con mi polla.

- Joder... tú también me estas poniendo muy cerdo... -digo sin pensar en nada de lo que digo- No te equivoques... todavía se le puede sacar... mucho más brillo... a mi trabuco... -contesto entre jadeos, guiñándole un ojo y recuperando mis movimientos de mano sobre su falo, con cada vez más fuerza y más rapidez, ya que Iván había recuperado la postura para mirarme a los ojos. No sabía si habría pillado la indirecta de sacarle más brillo como una manera de decir que para que quede mejor tendría que comérmela, pero estaba convencido de que de aquella noche no pasaría mi deseo de asaltar su culito respingón.

Cada vez estoy más cachondo, mas ido y con la polla mas dura. Cada vez menos racional dejándome llevar por el calentón y la excitación. Los pocos comentarios de Marcos solo hacen crecer mis ganas de llegar hasta el final y decido dejarme de tonterías, pues ya, de perdidos al rio.

- Joder, Marcos… Me tienes tan cachondo que se me pasan muchas locuras por la cabeza, ¿Sabes? –me arrimo más a él, pegándome tanto como puedo sintiendo su calor y sus musculos tensos junto a los mios.- Nunca haría nada de esto con otro tio que no seas tu… Me estas poniendo a mil, cabrón, y tengo que probar algo…

Y sin más, me agacho de nuevo hacia su falo duro, manteniéndolo agarrado con el capullo totalmente destapado de su pellejo. Pero esta vez ni siquiera escupo, directamente paso mi lengua por el frenillo hasta lamerle todo el glande como si de un helado se tratase. Sin levantar la mirada, repito esa acción un par de veces más para luego empezar a masturbarle de nuevo pero de forma lenta, atrapando el capullo de su amigo con la boca haciendo que se roce con la lengua por los movimientos de la paja.

Sonrío satisfecho a su declaración de calentura, tenerle aún más cerca que antes despierta cada vez más mis instintos animales, escucho a medias lo que Iván dice, mientras respiro con la boca abierta, entrecortadamente, entre jadeos, o mucho me equivoco o sé lo que va a pasar a continuación. Y así es, después de anunciar aquella ambigüedad empezó a bajar, sin soltar mi enorme rabo, estaba flipando, casi no me lo podía creer, pero efectivamente el tío comenzó a lamer mi glande y pareció gustarle la primera vez porque lo repitió algunas veces más, haciéndome gemir. Al poco atrapó mi glande con su boca y empezó a masturbarme lentamente mientras su lengua rozaba el glande, haciéndome estremecer y gemir.

- Joder... eres bueno... como todo lo que quieras probar me ponga así de cachondo... mi polla es toda tuya... -digo entre gemidos, extasiado por lo que Iván ha comenzado, aquello iba a acabar muy bien, cada vez veía más cercano el momento en que me dejara follármelo como loco- Puedes probarlo todo... -digo cachondo, y una sonrisa burlesca se forma en mis labios- aunque no sé si en esa boquita cabe mucho más... no sé... es tan grande... -no sé que me pasaba estaba irreconocible, aquel no era el Marcos que la gente conocía, era el Marcos salvaje con ganas de petar un buen culo, resistiendo las ganas de embestir la boca del moreno.

Sigo un rato masturbándole y frotándomela contra mi lengua, parando a ratos para lamerle entero el falo desde la base al glande, pasando la punta de mi lengua por el frenillo ya dejándome llevar al escuchar sus gemidos. Sin dude le estaba gustando, estaba disfrutando como perro y eso me ponía mas cachondo todavía. Al escucharle decido hacerle caso y atrapando su capullo entre mis labios empiezo a bajar despellejándole mientras mi lengua se entretiene en lamer el glande consiguiendo enterrar mi nariz cerca de sus testículos. Rapidamente vuelvo a sacarla al sentir una pequeña arcada y levanto la vista mirándole con una sonrisa torcida.

- Pues creo que si me cabe… -le miro orgulloso, sin pensar en como podía sonar aquello, pero me daba igual, pues quería volver a hacerlo, y asi hice, agachándome de nuevo para tragarme todo ese falo empezando a succionar una vez vuelvo a tenerlo dentro. Llevo una de mis manos a mi polla, dura, para pajearme excitado como estoy.

Sabía que mis palabras lo picarían y lo harían intentar comerse todo mi cipote, lo que no esperaba presenciar como todo mi trabuco desaparecía en el interior de su boca por completo y conforme lo hacía gemía como loco, encantado por la soltura que Iván había adquerido comiéndome el nabo, no solo se la había tragado entera sino que habia sido capaz de lamer la punta mientras lo hacía. Cuando le vino una pequeña arcada se la sacó de la boca, me sonrió y dijo aquello.

- Joder... que cabrón... ostia como me ha puesto verte tragarla entera... nunca una tía había podido metérsela toda... bfff... deberías dedicarte a esto... joder... en serio... quiero que me despiertes todos los putos días comiéndome el nabo... -gemía desesperado sintiendo como vuelve a metersela en la boca entera y esta vez succiona, el tío tiene un control increíble para ser su primera vez, y más con una polla grande como la mía. Al ver todo este control demostrado, todo lo que había estado reteniendome por ser su primera vez desapareció y agarré su cabeza con ambas manos una a cada lado y comencé a mover mis caderas, embistiendole suavemente, aunque ambos sabíamos lo poco que iba a durar el ritmo suave.

Es una puta locura, pero joder como me esta gustando. La polla de Marcos es la única que he probado en mi vida, pero dudo que ninguna pueda estar tan bien como la de mi mejor amigo. Tampoco es que ahora me vaya a dedicar a probar pollas, pero esta… Esta no me importaría probarla mas de una vez. Los gemidos que salen de la boca del otro indican que voy haciendo bien mi trabajo y eso me calienta más, masturbándome mas rápido mi polla pensando que podría también metérsela en la boca a él.

- Joder, esta muy buena tu polla, Marcos… -me levanto un momento para mirarle acercándome a su rostro sin dejar de masturbarle bien duro.- No lo haría con nadie más esto, pero contigo… Me esta gustando cabronazo –y en ese momento le bese con deseo y algo salvaje, atrapando sus labios con los mios para tirar de ellos antes de separarme.

Hago que se tumbe en la cama para ponerme a su lado tumbado también, buscando de nuevo meterme su trabuco en la boca mientras lo mantengo agarrado por la base, engullendo aquel falo. Al notar que me agarra la cabeza me dejo hacer, loco de placer, disfrutando de cómo me folla la boca con ese enorme trozo de carne, notando que se me duermen los labios por el esfuerzo. De mi boca solo llegan a oírse gemidos apagados y ronroneos de placer mientras sigo masturbándome con mi polla rozandose con un hombro de Marcos.

- Joder... ya veo ya... que te está gustando... joder como la comes... me estas poniendo cachondo perdido... -respondo antes de que nos besemos con las mismas ansias con las que me había comido la polla, y luego en seguida el chico tras tumbarme en la cama se avalanzó de nuevo a mi rabo- Joder que si te gusta... mira como vuelves... te estás volviendo en la putita de mi rabo... y si tanto te gusta puedes repetir siempre que quieras,,, y no es necesario que me avises de que me la vas a comer... -y al poco comencé a embestirle.

Al sentir su polla rozar mi hombro sonreí y usé mis fuerzas para colocarlo frente a mi, en lo que venía llamándose un 69, dejé de embestirle dejando que me la mamara a su gusto mientras agarraba de nuevo su polla y empezaba a lamerla por todos sus rincones haciendo hincapié en su glande, el cual traté con mayor atención antes de metérmelo en la boca y comenzar a tragarme su polla en su totalidad, para luego comenzar a meterla y a sacarla sin dejar de juguetear con ella, succionando, o jugando con la lengua, o masturbando parte del falo y mamando el resto.

- Tu polla también está buena -fue todo lo que dije antes de volver a engullirla con cada vez más ansias, aquello parecía una competición para saber quien lo hacía mejor, y no quería quedarme atrás.

Ya me importaba todo una mierda, estaba tan cachondo que solo quería disfrutar de Marcos y de su polla, lamerla, chuparla entera dentro de mi boca… la mantenía erecta con una mano para masturbarle mientras seguía succionándole, lamiéndole el glande y comiéndosela des de todos los angulos posibles. Incluso separe un poco sus piernas para llegar a lamerle los huevos, metiéndomelos por turnos dentro de la boca dejando que su polla se refregase por mi mejilla notando que el precum me pringa por completo. Pero ya todo me da igual, solo disfruto del momento.

- Ah, cabrón… ya tenia yo ganas de saber como ibas a mamarmela con esa boquita que tienes –jadeo gimiendo a la vez cuando siento que empieza a chupármela con aquella devoción, igual que hago yo con la suya.- No te cortes tu tampoco y cometela cuando quieras, amigo. Comeme todo lo que quieras… -vuelvo a atacar su falo, lamiéndolo y succionándolo moviendo levemente mis caderas excitado como estoy para follarme la boquita de Marcos.

La forma en la que mi pollote se refregaba por su cara mientras Iván se comía mis huevos, no hacía más que encenderme de mala manera, por lo que me animé a comérsela más y más, cada vez con más ganas, tan cachondo estaba que de la comisura de mis labios no hacía más que salir restos de saliva mezclada con precum que se fue extendiendo por el tronco de semejante rabo y ayudó a que el rabo se deslizara con mayor facilidad en el interior de mi boca, que succionaba como loco mientras masturbaba la parte restante.

Dejo que embista mi boca a placer, haciendo lo mismo con su boca, de forma brusca obligándole a tragarse todo mi trabuco por completo, sacárselo de la boca y vuelta a empezar, ahogando mis gemidos cada vez más al recordar que nuestros compañeros de cuarto están más guapos dormidos y sin enterarse de nada de lo que aquí estaba pasando. Sin embargo, mi cabeza recuerda la última frase de Iván cómete todo lo que quieras, lo cual me sonó a una invitación a hacer algo más que una mamada, o al menos un precalentamiento para follármelo, y como él había dicho cuando quisiera.

Se empieza a hacer difícil el no correrse, pero centro todos mis esfuerzos en no hacerlo, por miedo a que termine este genial momento con mi amigo. Mientras dejo que me folle mi boca con su falo agarro sus huevos para impedir que él tampoco se corra, no quiero que se corra sin haberlo tenido dentro… Solo me falta saber como decirlo, como pedirle a mi mejor amigo que me desvirgue el culo con ese tremendo rabo que seguro me va a romper. Pero lo estoy deseando… Por eso intento hacerle notar que mi culo esta ahí, para que se lo coma también y me dilate, mientras le follo la boca de igual forma que él lo hace con la mia.

Si me va a comer el culo la mitad de bien de cómo me la esta chupando seguro me dilata en segundos y pronto podre tenerle dentro, empujando y llenándome. Que mariconazo estoy, pero no puedo remediarlo. Marcos me pone cachondo como ninguna tia antes y espero que él sienta el mismo placer que yo. De forma traviesa, y quizás queriendo indicarle, me atrevo a separar sus piernas para buscar acariciarle su entrada con un dedo, sin querer ir mas alla, pero demasiado cachondo como para ser muy sensato. Lo noto húmedo y caliente al pasar mi dedo por ahí, acariciándole levemente mientras succiono su falo más y más.

Tras un buen rato dejándole que me follara la boca, me saqué su rabo de la boca y comencé a comerme sus huevos, por separado y a la vez en mi boca, succionandolos o lamiéndolos, sin dejar que mis caderas dejaran de embestir la boca ajena. Cada vez era más difícil no correrse, pero no me preocupaba, si me corría ahora estaba cien por cien seguro de que mi polla aguantaría dura por lo cachondo que me estaba poniendo Iván, el tío con el que había soñado follar, estaba a punto de recibir una buena tanda de Marcos y su trabuco.

A la vez que mi lengua se deslizó a lamer su entrada, me tensé al sentir el dedo de Iván por mi entrada, sin embargo dediqué toda mi atención a masturbarle, y a comerme su entrada, no solo la lamía, sino que escupía a la entrada y esparcía mi saliva. Trataba de introducir mi lengua en su interior, tratando de hacer aquello de lo más placentero. Mi cabeza no dejaba de moverse como hurgando en su raja, buscando mayor contacto entre mi boca y su agujero. No era tan malo como había esperado, de hecho me encantaba, así que en pocos segundos disfrutaba de lo lindo comiendome el culo perfecto de Iván, a la vez que embestía lo boquita del moreno.

- Ah, joder, joder… -gimo procurando mantener la voz baja para no despertar a mis otros compañeros, aunque no parecen enterarse de nada y eso es bueno. No quisiera que ahora nadie nos interrumpiese… Ahora no. Ahora que estaba en el séptimo cielo disfrutando de la lengua de Marcos en mis huevos y en mi culo, mi ano. Joder, que ricura.

Disfruto como perra en celo por la manera en que se come mi culo, pues parece gustarle, y a mi me vuelve loco la manera en que lo hace mientras yo sigo manteniendo mi dedo jugueton acariciándole la entrada pues es demasiado tentador y llego a sentir cierta envidia pues me gustaría comérselo también. Aunque no pensaba en meterle la polla, por alguna razón solo sentía el deseo de que él me la metiese a mi… y ahora era mas intenso que nunca.

- Me están entrando ganas de que me la metas, Marcos… Me comes el culo de una manera que pareces un experto, joder… -jadea ronco mirándole por entre sus piernas.- Estoy loco, no me lo tengas muy en cuenta, pero quiero que me desvirgues… Solo tu y nadie más, quiero saber que se siente…¿Quieres? ¿Quieres meterla en este culito? -y jugueton muevo mis caderas restregandome por su rostro, pero luego vuelvo a mamarsela, follandome la boca mientras mi dedo se une a otro para acariciar esa entrada apretada de Marcos.

Continuaba preparando la entrada del moreno, con ansias, disfrutando del momento como él parecía estar disfrutándolo, y de hecho sus gemidos y alabanzas sobre la forma que tenía hacerlo, hacían que lo hiciera con más ganas que antes, me ponían más cachondo. No era necesario que lo dijera, era obvio que iba a follármelo, había llegado a un estado de excitación que poco importaba lo que deseara Iván, iba a acabar por follármelo, aunque fuera violándolo, contra su voluntad, me habían calentado demasiado ya.

- Claro que quiero... y lo voy a hacer... -dije autoritario- voy a destrozártelo... y vas a gemir pidiéndome más... te lo prometo... -me salí de debajo suyo, para ponerme de rodillas, dejando mi rabo bien ensalivado frente a su hoyo, comenzando a frotarlo por la zona, instándole a que me pidiera y suplicara aún más que se la metiera ya, como en realidad ansiaba. Estaba tan excitado que no me había preocupado por meter algún dedo dentro para prepararlo.

Que puta locura de noche, todo parecía un sueño… Por lo fuera de lo normal, por lo inesperado que era… Y por lo bien que me estaba sintiendo sin pensar en que ocurriría luego. Que pasara cuando terminemos y cual será la situación una vez recapacitemos en lo que hemos hecho. Ahora eso me daba igual, solo quería seguir y seguir… Y volver a hacerlo mas y mas veces, así que cuando Marcos se aparta sigo quedándome a cuatro, agarrándome la polla para acariciármela pero levemente para no correrme.

- Ah, joder… Metemela, sin miramientos… -sabía que iba a dolerme, pero lo quería tener ya dentro y mejor que fuera rápido. Seria doloroso, pero pasaría más rápido.- Y quiero oírte gemir, gime disfrutando de mi apretado culo. Desvírgame y ábreme en dos, Marcos. Mi culo es tuyo… solo tuyo, piensa bien en eso –le miro vicioso, lujurioso, mordiéndome el labio inferior mientras le miro por encima del hombro moviendo mis caderas para frotarme contra ese glande que roza mi entrada.

Estaba más que loco moviendo mis caderas desesperado por su entrada, como loco de deseo por entrar dentro de una sola estocada, sin ningún tipo de delicadeza, quería dejarme llevar por la fiera que había desatado en mi interior fruto de aquella noche de pasión prohibida que habíamos dejado surgir por el puro calentón. Daba gracias a que el despertarme con la polla tiesa y mi descaro de cascármela en la cama, donde cualquiera, y en especial Iván, pudieran verme y con ello acabar haciendo lo que estaba a punto de hacer.

Sus palabras fueron justo lo que necesitaba para que mi último frote acabara entrando, no muy rápido, pero sin pausa, hasta meter toda mi enorme tranca sin reservas en su interior, gimiendo como él había pedido por la estrechez de su culo, le miro con el mismo deseo con el que él me miraba, y sin esperar ningún tipo de señal comienzo a embestirle lentamente, pero con algo de brusquedad, demasiado excitado para andarme con finuras.