Hablando con Nellie

El niño me miró, como demandándome una respuesta. Lo miré durante unos segundos, para luego alzar la vista hacia Alicia.
-Supongo que ya da igual. Los vampiros atraemos a los humanos irremediablemente, pues estamos diseñados para ello. Sweeney, mi marido, se sintió atraído por mí, pero sorprendentemente, a mí me pasó lo mismo, de tal modo que acabamos juntos. El casarnos fue una manera de legalizarlo todo. Luego, unos meses después de que él dejase la mortalidad, me quedé embarazada.

-¿Y cómo se llama el niño?

-Benjamin, pero todos lo llamamos Ben.

-Pues ahora que lo dices me suena de que en clase mi sobrino le preguntara a Alice cómo estaba un tal Benjamín. Lo que no sabía era que se refería a tu hijo.

-¿Tú sobrino? ¿Quién es?

-Víctor.

-¿Víctor?-sorprendida, alcé las cejas; él conocía mi secreto, a lo mejor fue quien se lo dijo-¿Y él te conto... lo que soy?

-Por desgracia, no. Pensaba que mi sobrino me contaba todo, pero parece que hay cosas que no quiere contarme. Ni siquiera sabía que él era consciente de algo como la existencia de vampiros. ¿Por qué crees que me lo habrá ocultado?

-Pues porque los humanos no deben saber que existimos-dije encogiéndome de hombros-Tan simple como eso.

-No creo que sea tan simple como eso. Vale, "los humanos no deben saber de la existencia de vampiros", pero él lo podría haber contado. En cambio, se lo ha callado, y no me lo ha contado ni a mí. Y a mí me oculta muy pocas cosas.

-Porque es peligroso, pero no puedo decirte por qué.

-A mi sobrino no le asusta el peligro. Así que no creo que ése haya sido el motivo.

-Pues me temo que desconozco el por qué lo ha dicho, yo no sé leer mentes.

-Pues yo creo que empiezo a entenderlo. Hay algo que mi sobrino valora por encima de todas las cosas: la familia y los amigos. Y como familia no sois, queda claro cuál es el motivo por el que no os ha delatado. Más que por ser un peligro para la humanidad el hecho de que la gente sepa de la existencia de vampiros, si no ha dicho nada es porque valora vuestra amistad y sabe que para vosotros es importante mantener esto en secreto. Y antes que traicionaros preferiría, incluso, morir.

-Lo cierto es que me ayudó a tener al niño-dije recordando el parto-Fue de gran auxilio en aquella situación.

-Así es él. Aún no entiendo cómo ha podido salir así teniendo unos padres como los que tenía. Qué diferencia hay entre Víctor y sus padres, y entre mi hermana y yo.

Fruncí el ceño pero no pregunté nada, sabía que no era de mi incumbencia.
-¿Entonces qué quiere de mi?-dije para zanjar el tema.

-Sólo decirte que estoy en el bando de los buenos y que estoy aquí para protegeros, que si quieres colaborar aceptaré tu ayuda y, sobre todo, que no le digas a nadie quién soy, porque si me descubren no lo tendré tan fácil para acabar con el Proyecto Géminis.

-Aquel que quiera matar nazis, es amigo mío.

-Bueno, en ningún momento he dicho matar, pero si muriesen sería un castigo justo.

-Que se pudran en el infierno-mascullé.

-Tranquila, seguro que al infierno van. No hay lugar para ellos en el cielo.

-Ni para los de mi raza-murmuré mirando a mi hijo.

-¿Y quién te ha dicho eso?

-Todas las leyendas lo dicen; cuando nos transformamos creo que perdemos el alma.