Depositando el cadáver

Cuando llegó el cadáver de la madre de Nellie, lo metí en la cama, cubierto con la sabana y la manta, junto con una nota:

*Te advertí que no toleraría tonterías de tu parte. La suerte de tu padre está en tu mano o aprendes a respetar o lo perderás todo. Piensatelo bien, no solo está en juego la vida de tu padre si no también la vida de tus amigos humanos. Si quieres que todos sobrevivan deja de jugar al juego del orgullo y reconoce que mi baraja tiene más recursos

Jacques Noiret*

Llegué de cazar y me encontré un bulto sobre la cama. Sorprendida, levanté la sábana y me encontré con un cadáver... el de mi madre.
Mi primer impulso fue ponerme a llorar, pero recordé lo que ella siempre me decía: un gángster jamás llora...
Tomé la nota con los ojos nublados de odio, rabia, y pena... Noiret acababa de ganarse mi odio de por vida; ese maldito humano no sabía de lo que yo era capaz, tanto como vampiro como gángster.
-Pienso vengar tu muerte-susurré hacia el cadáver.
Acto seguido, lo cogí en brazos y salí por la ventana, para incinerarlo. Guardaría sus cenizas con mis cosas, para no olvidar jamás lo que podía hacernos un simple humano.