Intentando saber que le pasaba

*Cuando sali del comedor me dirigi directamente a la habitacion de Rafael, en una vision vi que vendria aqui. Llame a la puerta*

- Esta abierto - dije sentado en la cama mientras jugueteaba con la navaja.

*Abri la puerta y entre* Hola. No hacia falta que fueras tan borde antes con nosotras, solo queriamos ser amables, ¿sabes? *Dije conteniendo el enfado*

- Lo siento - le dije sinceramente.

*Me calme* ¿Que te pasa? Puedes contarmelo *Dije amablemente*

- No es algo que me apetezca contar - dije en tono normal.

*Me quede pensativa* Solo intento ayudarte, pero me lo pones muy dificil. *Dije cruzandome de brazos*

- Cuando necesite tu ayuda te la pediré - dije mientras apoyaba una mano en la mesilla de noche y con la otra jugaba con la navaja a clavarla entre los huecos que había entre cada dedo.

OFF: xDDDD

Cuando la necesites no te la dare *Dije borde. Suspire resignada, que borde era. Sali de la habitacion pegando un portazo*

Me levanto, voy hacia la puerta y la abro.

- Espera Alice - dije suplicando con la mirada, algo que no era normal en mi - Por favor.

*Iva a medio pasillo cuando lo oi. Asombrada me di la vuelta y lo mire* ¿Que? *Pregunte mostrando mi rostro lo mas cabreado posible*

Me acerco a ella.

- Lo siento, ¿vale? Joder no estoy acostumbrado a que se preocupen por mi de forma gratuita. Me cuesta confiar en la gente cuando me vienen de buenas.

*Suavice mi rostro* No pasa nada. Tus motivos tendras, supongo.

- No lo sabes tú bien... - dije bajando la mirada.

Cuentamelo. Te aseguro que puedes confiar en mi. *Dije amablemente*

- Digamos que soy de esa clase de personas que no se adaptan a ningún sitio - le dije.

Un motivo tendras, algo que te haya sucedido, ¿no? *Le pregunte*

- ¿Tú tienes familia? - le pregunté - ¿Padres? ¿Hermanos?

Claro que si *Dije pensando que aunque no fueran mi familia de sangre era como si lo fueran, los queria mucho*

- Yo no conocí a la mía. Me abandonaron - dije apenado - La mayor parte de mi vida la he pasado en un orfanato. Muchas familias intentaron adoptarme, pero siempre acababa volviendo. A muchos de ellos les cogí cariño, pero ellos siempre acababan deshaciéndose de mi. Nunca he estado en un hogar más de 3 meses. Hasta que hace 3 años apareció un matrimonio distinto a los demás. Ellos si que aguantaron...

*Lo mire horrorizada mientras oia su historia* Uff, si que lo has pasado mal. Pero no todo el mundo es igual Rafael. Mis padres murieron, estube en un orfanato pero al poco tiempo me adoptaron una familia.

- Se ve que tú has tenido más suerte que yo - dije mirando a la pared - O tal vez tú te lo merezcas más que yo...

¿Y por que me lo voy a merecer yo mas que tu? Solo es que has tenido mala suerte, nada mas. *Dije*

- Todos tenemos lo que nos merecemos Alice - dije sin mirarla - Yo no he sido precisamente un santo. Siempre lo fastidio todo. La última familia con la que estuve fueron los que me trajeron aquí. Tras 3 años decidieron que dejarme en un internado no sería lo mismo que devolverme. Seguro que para cuando llegue el verano se habrán cansado de mi.

*Lo mire triste* Pero en eso solo puedes hacer tu. Cambia y ya veras como te ira mejor.