¿Estoy loca?

- No me llamas cariño Nellie... -miraba al suelo. -No te rías mas de mi. -vete por favor.

-No me río-sollocé.

- No se que quieres de mi Nellie... yo no tengo nada que perdonarte... solo fui un tonto que creyó demasiado.-tenia la mano en el pomo de la puerta. Lo agarraba tan fuerte que parecía que lo rompería.

No pude más, y me lancé contra él.
-Esque aún te quiero.

La miré sin creer lo que decía.
-Nellie no digas tonterías... solo lo dices por pena...

Negué con la cabeza.
-Sabes que yo no miento-susurré-Pero es así... quiero a mi marido, por supuesto, pero también a ti.

- Le debes Lealtad a tu marido, no a mi. -Puse una de mis manos en su espalda y la hice salir fuera. -Ese... Tu marido te estará esperando
La miré un momento, si no se iba no iba a poder contenerme... deseaba que se quedara, pero sabia que aquello solo iba a ser un juego.

-Me gustaría que las cosas fueran de otra manera-dije-Por cierto, me equivoqué de anillo, no puedo darte ese. Ten este-le di uno que me había comprado no hace mucho-porque el que te di me es demasiado valioso.

Miré el anillo que antes me habia dado, era el mismo que yo tenia en mi dedo. Se lo dí y tomé el que ahora me ofrecía, pero no abrí la boca.

-Espero verte pronto... adiós.
Le besé, esta vez en la mejila, y salí.

Cerré la puerta apoyándome en ella. Empecé a llorar como jamas lo había hecho. No podía creer que yo estuviera llorando como si fuera un niño pequeño. Estaba verdaderamente destrozado.

Le escuché llorar, y aquello se me hizo insoportable. Sabía que me arrepentiría, pero corrí hacia atrás, entré de nuevo y le besé.
-Házmelo-susurré.

La abracé. Quería hacerla mía, pero no quería que lo hiciera sin quererlo.
-Nellie, tu lo amas, yo te voy a respetar.-puse un mechón de su pelo detrás de su oreja y la besé con dulzura y me separé al momento.

-Pero yo si quiero-le dije.

La miré a los ojos un momento, volví a acariciar su mejilla.
- Te amo Nellie, siempre lo are. -besé sus labios con ternura.

-No querría que fuera de otra manera...

La abracé a la acerqué a mi, acariciando su cintura. Besé sus labios con pasión.

"Nellie, esto está mal"me dijo una vocecita en mi cabeza "Acabas de hacerlo con Sweeney y ya estás buscando a otro."
Mandé aquella voz a la mierda mientras dejaba que Alex me tomase.

La seguía besando con pasión mientras desabrochaba su camisa y se la quitaba con delicadeza.

Le debía aquello a Alex, se lo debía... por eso no me opuse a sus caricias ni a sus besos, por eso dejé que me desnudara, por eso le acaricié.
Un gemido brotó de mis labios.

Pensé lo que estaba haciendo. No me lo perdonaría jamas. Yo sabia que ella no quería aquello, Sabia que amaba al otro hombre. Era suya y no seria yo quien rompiera su felicidad. Me importaba mas ella que mi propia felicidad.
Dejé de besara y me separé de ella, poniéndole por encima la camisa que le había quitado.
- Te amo Nellie. -Dije. -Me conformare con sabes que me quieres, aunque solo sea un poco. -le sonreí forzadoy me separe de ella otra vez.

-Dillinger, esta habitación es para varones, y no creo que usted lo sea, verdad?

-Gracias-susurré-Te prometo que esto se arreglará.
-No, señor Belmonte-susurré-Estaba saludando a un viejo amigo.

-Pues venga, fuera de aquí, que no quiero chicas y chicos en la misma habitación solos, ya saben las reglas

-¿Y dónde duermo yo entonces?-inquirí-Porque estoy casada, ya sabe...