Paseando por el bosque.

Así que crees que no se quien es Dillinger? -dije con una sonrisilla de suficiencia- y tu misma has dicho que te llamas Nellie Dillinger y que eras una gangster a los chicos y has estado dispuesta a matar a uno de ellos. Y desde luego si los chicos normales tuvieran pistolas tendríamos que instalar maquinas detecta metales.

-Y ahora vas a decirme que si no acepto, llamarás a la policía y me entregarás. ¿Me equivoco? No te sirvo para nada.

- ¡Huy, casi! -dije con ironía- ¿no crees que la policía podría descubrir algunas ilegalidades en este colegio si la llamo, no, vas a trabajar aniquilando la gente que descubre para nada a cambio de permitirte la vida y salvarte de la más dolorosa de las muertes

-Yo trabajo a cambio de algún beneficio... económico-añadí-No atraco bancos por gusto.

Bien, veo que empezamos a entendernos -dije a la chica- bueno ¿cuánto dinero quieres?

-Veinte mil dólares-contesté.

- Bueno, tal vez no te lo hayan dicho, pero aquí solo tenemos euros -le dije con ironía

-Ya lo sé-contesté en el mismo tono-Pero seguro que es capaz de hacer el cambio...

De eso te encargaras tú misma -le dije en tono serio y luego cambiando el tono a uno mas irónico añadí: ¿ves? no somos tan malos, te dejamos que te responsabilizes de tu dinero y hagas tu tus cambios.

Me levanté, arreglándome el traje (off, suelo ir vestida de gangster cuando estoy fuera del internado, no se si sabes de que estilo) y le tendí la mano.
-Acepto-dije con seriedad-Pero con una condición: Quiero vengarme de esos chicos.

Off: si se más o menos como son esos trajes

- Eso está hecho, llevamos tiempo queriendo quitarnoslos de en medio -acepté el trato.

-Entonces de acuerdo. ¿Qué he de hacer?

- Como tenemos que saber que conocimientos tienes sobre el tema de momento, consigue la obra de arte más valerosa del Museo del Prado- le dije

Sonreí con desprecio.
-Tardaré menos de tres hora en ir y volver.

- Eso espero, cuando lo tengas lo traes aqui y lo dejas en cualquier sala, nuestros hombres se encargaran de guardarlo.

Asentí y tendí la mano.
-Necesito la pistola, además tendré que volver al Internado a por la metralleta.

- Vas al Internado y si eres una buena ganster tendrás otra en tu habitación y coge la metralladora -dije a la chica- una sola tontería y se acaba el trato y tu la primera que pierdes.

-No soy la mejor gánsgter de Chicago por nada.

- Por eso hemos llegado al trato, porque eres la mejor en esto -le dije- si no te habría matado en cuanto los chicos se fueron hacia el Internado

Sonreí.
-Me viene de familia. Nos vemos.
Y me marché.