Tercera clase (alumnos)

Mi rostro se puso serio, mientras que alzaba una mano temblorosa.

-Nellie.

-Es una decisión dura, pues amas a ambas personas con mucha intensidad, lo digo por experiencia. Yo creo que, de ser posible, elegiría mi propia muerte si eso conllevase la salvación de mi marido y mi hijo.

-Valoro mucho ese sentimiento de sacrificio que hay en ti, pero en este ejemplo debes elegir entre uno de los dos. Cierra los ojos si es necesario y mira en tu interior.

Cerré los ojos, pero sabía de sobra qué sucedería en aquella situación; Sweeney me pediría que salvase al pequeño y le dejase atrás, llegando a hacerme jurar que lo haría.
-Creo que sería mi hijo el que se vendría conmigo-dije con un hilo de voz-Pero es una decisión tan dura...

-Nadie ha dicho que sea fácil. Sabemos que es una decisión dura. Pero bueno, nadie dice que eso vaya a pasar, simplemente es un ejemplo.

-Pero en estos momentos plantearme esa cuestión es un trago difícil.

-Lo entiendo. Sé que para ti es más duro que para nadie.

-Una madre haría lo que fuera por su hijo, pero del mismo modo, una esposa haría lo que fuera por su marido, y en esa situación vas a sufrir hagas lo que hagas.

-Lo sé-pensé que todo estaba siendo demasiado triste, y quise ir al siguiente ejemplo-.Creo que lo mejor será que continuemos. Rompéis algo que pertenece a un amigo y que tiene un gran valor para él. Podéis elegir entre dos opciones: callaros, y él pensaría que el culpable es otra persona, o contarle la verdad, y arriesgaros a que no os vuelva a dirigir la palabra ¿Qué haríais?

Levanté de nuevo la mano, esa situación me había pasado a mi, por lo que contuve una risita.

-Nellie...de nuevo.

-Pues-dije entre risas-Voy a dar dos respuestas, una es un hecho verídico y otra es lo que ahora haría:
Hace tiempo, en Chicago, destrocé sin querer el sombrero de uno de mis compañeros por sentarme encima... así que le puse el sombrero destrozado a otro bajo él y le eché el muerto. Ahora se lo habría dicho, pero en aquel entonces...-no pude continuar.

-Bueno, me gusta que aportes algo que has vivido en primera persona, y aunque no estoy contenta por tu actitud en aquel momento, sí lo estoy al saber que ahora actuarías de forma diferente.

-Era una cría-dije en defensa propia.

-Tranquila, no pasa nada. ¿Alguna opinión más?

-Gisela.

-Evidentemente lo contaría. Le pediría perdón todas las veces que hiciese falta, aunque si no me perdonase lo entendería. Lo que sí que no podría hacer por nada del mundo sería callarme.

-Muy bien. ¿Alguien más?

-Yo.

-Adelante.

-Queda claro que si me lo callase mi conciencia no quedaría tranquila, por lo que, sin dudarlo, se lo contaría.

-Me lo imaginaba. Bueno, antes de continuar, ¿alguien quiere dar a conocer su opinión?

Vi que nadie más alzaba la mano.
-Pues siguiente: Vuestra pareja está muy enferma. La única cura que hay es demasiado cara y no os la podéis permitir, pero si no conseguís el dinero pronto y la compráis, morirá. Podéis robar el dinero, que es la forma rápida, o intentar conseguirlo honradamente, que lleva más tiempo y quizás para cuando lo consigáis ya es demasiado tarde.¿Qué haríais?