Llevando a Lupita (Gisela)

No habia oido mucho esa palabra.
-¿Novio? ¿Que es un novio? -Pregunte mirandolos.

-Un novio, o una novia es...digamos...alguien a quien quieres con todo tu corazón. Es una manera de querer distinta a lo que se siente por la familia, y es mucho más fuerte que lo que se siente por un amigo.

-Exacto.

-Y después de ser novios durante un tiempo, si se quieren mucho, mucho, se casan.

Sonrei, entonces era como antes mis papas.
-¿Te vas a casar entonces, Gisela? -Pregunte mirandola.

-Bueno, aún soy joven, y hace poco que somos novios, pero dentro de un tiempo me gustaría casarme con él.

Sonrei.
-Que bien, eso sera muy bonito.

-Y, por supuesto, mi hijita estará invitada a la boda.

-¿Y a mí no piensas invitarme?

Sonrei.
-Gracias Gisela.

-De nada. Y a ti no hace falta decirte nada, Víctor. Ya sabes de sobras que están invitado-volví a mirar a Lupita-.¿Tienes hambre?

Sonrei asintiendo.
-Un poco -Dije sonriendo.

-Venga, Víctor, dale algo de comida.

Saqué un Donut de mi mochila.
-Toma, Lupita.

Sonrei cogiendolo.
-Muchas gracias -Dije sonriendo y le di un mordisco, estaba buenisimo.

-¿Te gusta?

-Gracias.

-Ah, se me olvidaba-saqué de mi mochila unos muñecos de trapo, más bien una muñeca y un muñeco La muñeca era rubia, con ojos azules, y llevaba un vestido rosa; el muñeco, tenía una camiseta negra y pantalones marrones. Era rubio y con ojos azules, también-.Toma. Son unos muñecos que encontré en mi casa de Alemania, y quiero que los tengas. Pero nunca les puse nombre. Y-dije, sacando otros dos muñecos de trapo, esta vez una osa amarilla y un oso marrón-también quiero darte estos muñecos. Les llamé Jackie y Nuca, pero les puedes cambiar el nombre, si quieres. Y estos dos ositos no los encontré en mi casa de Alemania. Los he tenido siempre conmigo desde que era pequeño, y ahora quiero que sean tuyos.

Tras termina el bocado que tenia en la boca sonrei a Gisela.
-Si, me gusta, esta muy bueno -Respondi a su pregunta y vi que Victor me da cuatro muñecos- Gracias Victor, son muy bonitos. Se van a llamar Victor y Gisela, asi me recordaran a mis papas de aqui -Dije sonriendoles.

-Me alegro de que te gusten-dije, abrazándola, pero con cuidado de no chafar los muñecos.

Comí un poco.
-Tienes razón, está buenísimo.
Después vi que Víctor le daba 4 muñecos a Lupita, y oí cómo ella decía que iba a llamar a dos de ellos como nosotros. Sonreí.

Saqué uno de los transmisores que llevaba de encima y se lo di a Lupita. Era el número 3.
-Toma, quiero que lo tengas tú. Si lo llevas siempre encima, y encendido-le di a la palanquita para encenderlo-podremos saber donde estás siempre, y así te ayudaremos si te pasa algo malo. Y, además, si le das a este interruptor cuando estés en peligro-dije, señalándolo-los demás transmisores recibirán una señal en forma de timbre para saber que estás en peligro. Así será más fácil ayudarte. Llévalo siempre encima, y bien escondido para que nadie lo vea.

-Esto...Víctor. El otro día Jorge te cogió uno, el número 1.

-Lo sé. Me lo dijo. Y si él no me lo hubiese cogido, igualmente le hubiese dado uno, así que no pasa nada.