Entrando en mi habitación

Vi entrar corriendo a alguien. Era mi sobrino.
-¡Víctor! Ahora mismo estaba pensando en ti.

-¿Cómo que estabas pensando en mí? ¿Qué haces aquí? ¿Por qué hay una habitación con tu nombre?-dije, cerrando la puerta.

-Soy la nueva profesora de Filosofía.

-¿Nueva qué? ¿Y qué ha pasado con tu vocación de ser policía? No hacía falta que la dejaras para estar conmigo. Sé que te sientes culpable por no haber estado conmigo cuando papá y mamá me pegaban, pero no hacía falta que vinieses para estar cerca de mí.

-Mira, me alegro mucho de tenerte conmigo, y la verdad es que me alivia estar cerca de ti porque me sentiría muy culpable si te pasara algo y yo no pudiera hacer nada, pero no he venido por eso. Esa una misión secreta.

-¿Y tenías que elegir este internado? Porque creo que hay muchas misiones secretas esperándote.

-¿No te alegras de que esté aquí?

-No es eso.

-¿Y entonces qué es?

-No es nada. Simplemente...me ha sorprendido.

-Mira. sabes que no me gusta meterte en mis investigaciones, pero esta vez necesito tu ayuda.

-Pues tú dirás.

-Mira, si estoy aquí es porque estaba investigando la desaparición de dos chicos, Antonio Marzá y Manuela Murillo. Más tarde una chica, Virginia Montes, quiso contactar conmigo para contarme cosas que me ayudarían en mi investigación, pero me la encontré muerta al llegar al sitio donde quedamos. Descubrí que los 3 tenían un único nexo de unión: este internado. Así que he decidido infiltrarme como profesora de Filosofía.

-¿Y cuál es mi papel en todo esto?

-Tú tienes amigos, aquí, y te conoces el internado mejor que yo. Me gustaría que investigases su desaparición.

-No hace falta investigar nada. Sé quiénes han sido. Mira, tía, en este internado hay muchas personas que son nazis. Trabajan en algo llamado Proyecto Géminis. Experimentan con niños. Algunos, superdotados, otros, "débiles", es decir, con un bajo CI y también se quitan de encima a los entrometidos. Además, su farmacéutica, Ottox, creó un virus mortal, que puede matar en dos días si la gente infectada no se toma la medicina.

-¿Cómo? Si eso es verdad, no entiendo cómo no me llamaste para que te sacara de aquí. ¿No ves que es muy peligroso?

-No podría ser tan egoísta de dejar aquí a mis amigos sabiendo que cada día puede ser el último para ellos.

-¡Pero lo más importante es tu vida! ¡Los demás no te tienen que importar!

-Me acabas de recordar a mis padres, con ese egoísmo.

Me di cuenta de que no estaba bien lo que acababa de decir.
-Lo siento, pero tienes que entender que me preocupas. No quiero que te pase nada.

-Pues no hace falta que te preocupes por mí. Si mis padres no me mataron, esa gente tampoco podrá. Además, la Organización está haciendo lo que puede.

-¿Organización?